Sorprendeté con nuestras almejas

Las almejas son un manjar del mar que se utilizan en muchos platos de la gastronomía española. En el restaurante Zen Chamberí nos aseguramos de utilizar las mejores almejas para nuestros platos, pero ¿de dónde provienen estas deliciosas criaturas?

En primer lugar, es importante destacar que en España existen diferentes tipos de almejas, cada una con características y sabores distintos. Las almejas más comunes que se suelen utilizar en la cocina española son la almeja fina, la japónica y la babosa.

La mayoría de las almejas que se consumen en España son importadas de otros países como Portugal, Francia o Marruecos. Esto se debe a que la pesca nacional de almejas está muy limitada debido a la normativa del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en cuanto a la pesca sostenible de este molusco.

La importación de almejas se realiza principalmente a través de Galicia, donde se encuentra el mayor mercado de almejas de Europa. En este mercado se pueden encontrar diferentes variedades y tamaños de almejas, que son seleccionadas cuidadosamente por los proveedores para garantizar su calidad.

La almeja fina es una de las variedades más apreciadas por los consumidores y se importa principalmente de Portugal. Esta almeja tiene un sabor delicado y suave, con un tamaño que oscila entre los 3 y 4 centímetros. Se suelen utilizar en platos de marisco o en arroces y su precio es bastante elevado debido a que su pesca está muy limitada.

La almeja japónica es otra de las variedades que se pueden encontrar en los mercados españoles, y su origen suele ser Francia o Marruecos. Esta almeja es más grande que la fina, llegando a alcanzar los 7 centímetros de longitud, y su sabor es más intenso y salado. Se utiliza en platos guisados o en sopas marineras.

Por último, la almeja babosa es la menos conocida de las tres variedades, pero no por ello menos sabrosa. Esta almeja se caracteriza por su forma alargada y por su sabor más dulce que las otras dos variedades. Se importa principalmente de Marruecos y se utiliza para platos de marisco y paellas.

En Zen Chamberí, nos aseguramos de utilizar las almejas más frescas y de mejor calidad para nuestros platos de marisco. Trabajamos con proveedores de confianza que nos suministran almejas seleccionadas a mano para garantizar su frescura y sabor.

Además, realizamos los platos con delicadeza para evitar que las almejas se dañen durante su cocción. Puedes probar nuestras almejas en platos como la sopa de pescado o la paella de marisco, donde son uno de los ingredientes principales.

En conclusión, las almejas que utilizamos en Zen Chamberí provienen principalmente de Portugal, Francia y Marruecos, donde son seleccionadas cuidadosamente por los proveedores para garantizar su calidad y frescura. Utilizamos diferentes variedades de almejas en nuestros platos de marisco, dependiendo del sabor y textura que queremos conseguir. Si te gustan las almejas, te invitamos a probar las nuestras y disfrutar de su delicioso sabor en un ambiente acogedor y moderno.

Las almejas son uno de los mariscos más exquisitos y versátiles que podemos encontrar en el mercado. Su sabor, textura y aroma son inconfundibles y por eso es común encontrarlas entre los platos estrella de los mejores restaurantes. Sin embargo, como en cualquier tipo de alimento, la preparación es clave a la hora de disfrutar al máximo de sus cualidades gustativas. En este artículo, hablaremos de los métodos de preparación que utilizamos para resaltar el sabor de las almejas y disfrutar de un plato verdaderamente delicioso.

1. Limpieza de las almejas.
El primer paso para resaltar el sabor de las almejas es, sin duda, una buena limpieza. Las almejas frescas suelen tener restos de arena, conchas rotas o incluso algas en su interior, lo que puede afectar negativamente el sabor final del plato. Lo ideal es sumergir las almejas en agua fría con sal durante unas horas para que suelten la arena. Una vez pasado este tiempo, debemos enjuagarlas en agua fría varias veces hasta eliminar completamente cualquier residuo.

2. Cocinar a fuego bajo.
Cuando se trata de cocinar las almejas, el fuego es uno de los mayores enemigos de su sabor. Cocinarlas a fuego alto hará que se vuelvan duras, secas y pierdan gran parte de su sabor. Lo ideal es cocinarlas a fuego bajo y con un poco de aceite de oliva o mantequilla. De esta manera, los sabores se concentrarán y las almejas quedarán suaves y deliciosas.

3. Utilizar ingredientes simples.
Las almejas son un alimento delicado que no necesitan de muchos ingredientes para resaltar su sabor. En este caso, menos es más. Utilizar ingredientes simples como ajo, perejil, limón o vino blanco es suficiente para realzar su sabor natural. Además, estos ingredientes aportan un toque fresco y aromático a la receta.

4. Evitar el exceso de sal.
El toque de sal es imprescindible en cualquier receta, pero con las almejas debemos ser cuidadosos. Algunas almejas ya contienen cierta cantidad de sal en su interior, por lo que debemos moderar la cantidad que añadimos. Además, podemos utilizar otras especias en su lugar como el pimentón, que aportará sabor y color a la receta.

5. Cocinar con vino blanco.
El vino blanco es un ingrediente que complementa muy bien el sabor de las almejas. Al cocinarlas, podemos añadir un poco de vino blanco seco a la receta, lo que le dará un sabor suave y delicado a las almejas. Además, su acidez ayudará a resaltar el sabor natural de las mismas.

6. Prepararlas al vapor.
Otro método de cocción que resalta el sabor natural de las almejas es cocinarlas al vapor. De esta manera, conservamos todas las propiedades nutricionales y aromáticas de las almejas. Lo ideal es cocinarlas unos minutos en una olla con agua y un poco de sal, hasta que se abran. Una vez abiertas, podemos añadirles un poco de limón o una salsa de ajo y perejil para realzar su sabor.

En conclusión, las almejas son un manjar que debemos tratar con delicadeza a la hora de cocinarlas para disfrutar al máximo de su sabor y textura. Una buena limpieza, cocinar a fuego bajo, utilizar ingredientes simples y moderar la cantidad de sal que añadimos son algunos de los métodos que podemos utilizar para resaltar su sabor natural. Cocinarlas al vapor o con vino blanco son otros dos métodos que complementan su sabor y aroma. En definitiva, si seguimos estas recomendaciones, disfrutaremos de unas almejas verdaderamente deliciosas en nuestra próxima comida.